El Estado depredador

El Estado depredador

La Argentina se ha convertido en un lugar donde los gobernantes se dedican a preservar sus intereses particulares mediante el pillaje, el saqueo impositivo y la devastación de las instituciones.

...

Desde hace 5 años, el gobierno argentino ha decidido seguir una cuarta vía, la vía del “sin”.

Sin mercados libres. Sin plan quinquenal. Sin planificación indicativa. Sin estadísticas confiables. Sin reglas políticas. Sin garantías constitucionales. Sin estabilidad monetaria. Sin razonables impuestos a la exportación. Sin relaciones internacionales de jerarquía. Sin contactos con organismos mundiales de crédito. Sin parlamento autónomo. Sin justicia dispuesta a poner limites. Sin seguridad personal en la vía pública o en el hogar. Sin pudor en las licitaciones.

Durante estos años, el Estado argentino se ha ido convirtiendo en un verdadero Estado depredador, que es aquél donde sus gobernantes se dedican a preservar sus intereses particulares mediante el pillaje, el saqueo impositivo y la devastación de las instituciones, imponiendo su poder omnímodo con la complicidad del Congreso y la sumisión de la Justicia.

Con confiscaciones impositivas, exacciones injustas, presiones políticas de organismos reguladores y movilización de fuerzas de choque reclutadas en la clientela asistencial, nuestro Estado depredador ha dirigido la economía pensando sólo en el corto plazo. Su máximo umbral de horizonte se encuentra en la próxima elección. Hasta allí estiran sus enfoques, pero ni un metro más allá.

Esta parcial visión de la realidad sólo tiene en cuenta el aspecto político, ignorando todas las demás cuestiones por donde transcurre la vida real de las personas: los aspectos culturales, económicos, religiosos, científicos, tradicionales, familiares, emocionales y regionales que definen el estilo de vida elegido por los ciudadanos.

Publicada 03/07/2008
Economic Focus / Antonio I. Margariti

0 comentarios: